Acusaciones constitucionales a granel
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Señora Directora:
Se ha debatido mucho si las acusaciones constitucionales son políticas o jurídicas, o una mezcla de ambas cosas, pero siempre en política también la prudencia es una virtud. Y la prudencia me indica que no son tiempos de acusaciones constitucionales
El libelo no es un mecanismo para expresar diferencias políticas con un gobierno, y mucho menos para impugnar decisiones o contrarrestar declaraciones de prensa que pudo haber dado una autoridad. Es, por el contrario, la última y más excepcional herramienta que puede utilizar el Congreso respecto de las más altas autoridades y que puede terminar no sólo en su destitución, sino que también en la prohibición de ejercer cualquier cargo público por cinco años.
¿Cinco acusaciones van en esta administración? No banalicemos uno de los actos más democráticos de fiscalización que tiene el Congreso, tomemos las acusaciones con la seriedad que amerita.
Tomás Orellana Bardavid